Si el hombre no tuviese conciencia eterna; si un poder salvaje y efervecesente productor de todo, lo grandioso y lo fútil, en el torbellino de las oscuras pasiones, no fuese el fondo de todas las cosas; si bajo ellas se ocultase el vacío infinito que nada puede colmar ¿Qué sería la vida sino desesperación? (...) si el eterno olvido, siempre hambriento, no se hallase con una potencia de tal fuerza que fuese capaz de arrebatarle la presa que acecha, ¡Qué vanidad y qué desolación seria la vida!
Extracto de Elogio de Abraham en Temor y Temblor.
Autor: S.A. Kierkegaard
sábado, 26 de marzo de 2011
Pregunta temeroso y temblando Kierkeegard
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